Se trata de una nueva alternativa, más rápida y no quirúrgica, del balón gástrico. Una especie de cápsula que se puede tragar y luego se infla dentro del estómago para ayudar a reducir el apetito y perder peso sin necesidad de una cirugía mayor. Si bien no es permanente, resulta una buena opción para muchos que rompieron la barrera del sobrepeso y pasaron a obesidad tipo 1, que las dietas no le funcionan y que necesitan de un ‘empujón’ para cambiar sus hábitos alimenticios.
Más de dos billones de personas en el mundo sufren de sobrepeso u obesidad y se estima que esto no va a parar. Para el 2030, el 50% de la población mundial también estará excedida de peso o con algún grado de obesidad. España no es ajena al problema. Se proyecta que para el 2035 el 37% de adultos esté en esa misma situación.
Ante tamaña problemática, la cirugía bariátrica entró a tallar hace cincuenta años, pero comienza a tomar fuerza en el nuevo siglo. Pasó mucha agua bajo el puente para que esta disciplina fuera evolucionando y se hiciera más accesible. De la mano de un equipo multidisciplinario, muchos pacientes con obesidad mórbida la vieron como su tabla de salvación. Actualmente, existen diversos tipos de tratamientos bariátricos y el balón gástrico ingerible, es uno de ellos.
El sobrepeso y obesidad no es un problema que se soluciona sacando del cajón la misma dieta fotocopiada que se les da a todos. El tema es más complejo y se debe tratar como tal, sino seguiremos viendo lo que hasta ahora: personas cada vez más obesas.
El trabajo es multidisciplinario y constante. El balón gástrico ingerible es buena una alternativa para ayudar a esas personas no solo a perder peso, sino también a cambiar sus hábitos de manera permanente.
No todos los pacientes son candidatos para el balón gástrico ingerible. Este tratamiento es ideal para las personas que tienen sobrepeso II o que han llegado a la obesidad tipo 1, o aquellas que tienen un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40, que han intentado y no han tenido éxito con otros métodos de pérdida de peso. También es importante que estas personas estén dispuestas a realizar cambios significativos en su dieta y estilo de vida.
Lo que hace este dispositivo es reducir la cantidad de espacio disponible en el estómago, lo que lleva a una sensación de saciedad y a la reducción de la ingesta de alimentos (cambio de hábitos alimenticios). Tienen un perfil de seguridad alto y con frecuencia, da buenos resultados en la pérdida de peso a corto plazo.
A diferencia del balón gástrico tradicional, con la cápsula no se necesita sedación. Por el contrario, su atención es ambulatoria. El paciente bebe un vaso de agua y traga la cápsula que está sujeta a un catéter. Luego que la cápsula se sitúa en el estómago, inmediatamente se abre y libera al balón gástrico que, con ayuda del catéter, comienza a ser llenado con aire o un líquido estéril (550-600cc). Luego, el médico extraerá lentamente el catéter de la boca del paciente y el balón quedará en el estómago.
El médico verificará que todo el procedimiento haya sido un éxito. Solo así puedes regresar a casa a tus actividades cotidianas.
Al inicio puedes sentir molestias, como náuseas, vómitos o sensación de llenura excesiva que irán disminuyendo con los días. En casos raros, puede haber complicaciones como migración del balón. La supervisión médica adecuada es fundamental para minimizar estos riesgos, evaluar el progreso y brindar apoyo continuo.
Como te comentamos anteriormente, el balón gástrico ingerible no es permanente. Su objetivo es hacerte perder peso; pero, sobre todo, es una ayuda para modificar tus hábitos alimenticios y estilo de vida. Con la ayuda de un equipo multidisciplinario: médico, psicólogo, nutricionista deportivo y entrenador personal, podrás cumplir esa meta, siempre y cuando, pongas mucho de tu parte.
El balón gástrico ingerible es un dispositivo temporal. Por lo general, dura un período de cuatro meses. Después de ese tiempo, el balón se degrada, se vacía su contenido líquido y se elimina de forma natural.
Posteriormente, el paciente debe seguir con la orientación nutricional y el entrenador personal para asegurar que los buenos hábitos de salud continúen.
La cantidad de peso que una persona puede perder con un balón gástrico varía, depende en gran medida del seguimiento al pie de la letra del tratamiento. Comúnmente se pierde entre 10 a 15 kilos en total.
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Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.
