La dieta de Okinawa es la solución si tiene curiosidad sobre cómo los habitantes de Okinawa mantienen un estilo de vida activo y saludable.
Los alimentos que comemos habitualmente, cómo los preparamos y cuánto consumimos contribuyen a una dieta saludable, necesaria para vivir una vida larga y plena.
Las frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, huevos y carne ayudan al cuerpo a obtener los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.
Viviremos vidas más largas y saludables si llevamos una dieta sana y equilibrada.
Para proteger nuestra salud contra la obesidad, la diabetes y la presión arterial alta, así como para prevenir enfermedades del sistema nervioso.
El corazón y problemas de crecimiento, huesos y articulaciones, es fundamental que elijamos cuidadosamente los alimentos que comemos.
Okinawa, una isla japonesa situada en el Mar de China Oriental, al este de Taiwán, es una de estas "zonas azules".
Dado que la mayoría de sus residentes tienen más de 100 años y gozan de buena salud, se han realizado muchas investigaciones sobre su población.
Siempre consulta aun nutricionista profesional para iniciar una dieta.
La longevidad y el bienestar general de los habitantes de esta isla japonesa se atribuyen en gran medida a su alimentación.
Por supuesto, se suma a otros factores como las costumbres, las rutinas, el entorno y la genética.
La dieta de Okinawa hace hincapié en el consumo de alimentos elaborados con frijoles, tofu y soja y es baja en calorías y grasas.
También contiene muchos flavonoides, que son sustancias químicas vegetales que contribuyen al color de las frutas y verduras.
Además, debido a sus efectos antioxidantes, protegen al organismo de los radicales libres y el estrés oxidativo.
En la dieta de Okinawa, el pescado se consume tres veces por semana junto con verduras, frutas, mariscos como pulpo o calamar, cereales integrales, arroz, soja y algas.
Por otro lado, los isleños no consumen carnes rojas, lácteos ni azúcar.
También incluyen en su dieta alimentos saludables, pero como son difíciles de conseguir podemos sustituirlos por alimentos similares a los de la dieta mediterránea.
El método Hara Hachi Bun, que consiste en dejar de comer un poco antes de sentirse completamente satisfecho, alarga la vida de los okinawenses, que siguen esta dieta, crucial para su salud.
Como resultado, reducen su ingesta de calorías.
De manera similar a como se sirven sus comidas en porciones más pequeñas, se toman su tiempo y disfrutan cada bocado mientras mastican adecuadamente la comida.
Puedes consumir tubérculos, particularmente el boniato morado, así como vegetales y plantas verdes y amarillas con propiedades medicinales para seguir correctamente esta dieta.
Sus platos nutritivos se elaborarán en torno a estos ingredientes.
Carnes magras, especias, aderezos, mariscos, pescados, las algas y las frutas son adiciones aceptables con moderación.
Las verduras ocupan el 60% del espacio, teniendo prioridad las batatas, los brotes de bambú, el melón, la zanahoria, la calabaza, el ajo, el tomate y la cebolla.
Los cereales, principalmente cereales integrales como el mijo, el arroz, los fideos y el trigo, constituyen un tercio de la dieta total.
La mayor parte de la proteína de los residentes de la isla proviene de productos de soja, que representan el 5% del total.
Entre ellos destacan el tofu, el miso y el edamame.
Entre el uno y el dos por ciento de los alimentos consumidos está compuesto por mariscos, pescados y carnes, lo que incluye sus órganos en platos y preparaciones.
Cuando eliges comenzar la dieta de la vida eterna, hay algunos alimentos que no puedes comer.
Los productos lácteos, embutidos, algunas frutas, frutos secos y semillas se encuentran entre los que debes evitar.
Tampoco se puede comer carne de res, tocino o jamón porque ambos están altamente procesados.
Aunque la introducción del método de Okinawa en Occidente ha resultado en un aumento de proteínas y grasas y una disminución de carbohidratos, no se permitirán huevos, cereales para el desayuno ni aceites procesados en sus comidas.
Okinawa, junto con Icaria en Grecia, Cerdeña en Italia, la Península de Nicoya en Costa Rica y Loma Linda en California (Estados Unidos), es una de las cinco zonas azules, como decíamos anteriormente.
Una serie de factores que deben trabajar juntos en su conjunto son la clave para vivir una vida saludable y una de las más largas del mundo.
Para vivir más tiempo, es importante limitar el consumo de carnes rojas y sustituirlas por pescado, priorizando los alimentos de origen vegetal y los carbohidratos por la mañana y por la noche.
Además, les preocupa comer alimentos que sean buenos para el corazón.
Investigaciones similares han demostrado que el tofu, la soja, las legumbres, la linaza y el brócoli contienen estrógenos naturales que promueven el envejecimiento de las mujeres.
También se debe enfatizar la importancia de una variedad de hábitos que, en última instancia, mejorarán la salud y la calidad de vida.
Esta longevidad no está únicamente relacionada con la dieta.
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La nación con mayor esperanza de vida del mundo, Japón, sabe muy bien de todo esto.
Además, Japón tiene una de las tasas de obesidad más bajas (3,5%, frente al 21% en España o el 33% en EE.UU.), ubicándose entre los cinco primeros.
Las tradiciones y la cultura de Japón, junto con las leyes promulgadas para combatir la obesidad, han ayudado significativamente a sus ciudadanos a mantener una figura esbelta y una apariencia sorprendentemente juvenil.
El pescado (tanto azul como blanco) es la principal fuente de proteínas en la dieta de Okinawa.
En este sentido, presentamos la dieta de Okinawa, que incorpora las prácticas dietéticas de los indígenas de las islas Ryukyu (Japón), cuyos residentes tenían tasas de longevidad extraordinariamente altas.
Para empezar, preparan la comida de forma sencilla conservando sus nutrientes.
También comen más lentamente, prestando atención a la comida y masticando bien cada bocado, lo que evita comer en exceso.
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Te dejamos un video de nuestro canal de YouTube Método Lázaro, donde aprenderás que son las dietas milagro y por que no son buenas para la salud.
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.
