Efectuar ejercicio en ambientes calurosos, en comparación con ambientes neutrales, produce una serie de cambios fisiológicos que afectan negativamente al rendimiento. Dichos cambios trabajan conjuntamente para poder mantener la presión arterial estable, bajar la temperatura corporal y mantener, en la medida de lo posible, la función muscular que requiere la actividad que estemos realizando.
Intentar mantener determinada actividad en ambientes calurosos, sobre todo si es intensa, puede sobrecargar la capacidad de respuesta del cuerpo al estrés al que está siendo sometido, produciendo un descenso brusco del rendimiento y pudiendo llegar a acarrear problemas serios de salud.
Durante el ejercicio, el consumo de oxígeno de los músculos esqueléticos puede incrementarse, desde alrededor 1.5 ml/kg-min en un estado de reposo, a tanto como 150 ml/kg-min durante condiciones máximas. Finalmente, toda la energía liberada desde los músculos durante la actividad física aparece como calor. En una persona en reposo, toda la producción de calor del cuerpo es equivalente a alrededor de 70 watts (70 w=1 kcal/min).
Todo deportista que haya entrenado con altas temperaturas, habrá experimentado un incremento de la frecuencia cardíaca (FC) a medida que avanza el entrenamiento pese a mantener la intensidad en todo momento. ¿Por qué ocurre esto?
La frecuencia cardíaca, ante una carga constante de moderada intensidad comienza a incrementarse los primeros 10 minutos como consecuencia de un descenso progresivo del volumen sistólico (pérdida de plasma por la sudoración). Este fenómeno llamado deriva cardíaca es especialmente acusado cuando se realizan esfuerzos de media o larga duración en ambientes calurosos (30º - 35º), principalmente relacionado con el nivel de deshidratación y la temperatura interna (Pallarés, 2016).
La aparición temprana de la fatiga durante el ejercicio, en el calor, puede deberse a efectos directos de la hipertermia, o a efectos indirectos asociados con la disminución de volumen sistólico cardíaco máximo (con una concomitante reducción del VO2 máx.), resultante de redistribución periférica del volumen de sangre.
El calor puede ser un factor limitante del rendimiento en los deportes de resistencia.
Conclusiones
El medio ambiente implica muchos límites sobre la capacidad para realizar ejercicio físico. La potencialidad de la hipertermia para comprometer la actuación es generalmente mediatizada, vía su influencia sobre la capacidad del cuerpo para transferir oxígeno del medio ambiente hacia los músculos esqueléticos contraídos. Un aumento excesivo de la temperatura durante el ejercicio reduce la efectividad del sistema circulatorio, limitando la capacidad cardíaca para la distribución de sangre oxigenada a la tasa requerida, hacia la piel y los músculos
Recomendaciones
Consumo de líquidos en todo momento durante la práctica de ejercicios, descansos frecuentes para hidratarse.
Dejar el ejercicio y acudir a un profesional si aparecen síntomas como transpiración reducida, calambres, debilidad, enrojecimiento de la piel, dolor de cabeza, nauseas, visión borrosa, inestabilidad, incoherencia.
5 de junio día mundial del medio ambiente.
El progreso, la industrialización y la continua agresión contra el medio ambiente nos ha llevado a un gran deterioro del cambio climático que afecta a todos los países del mundo, la temperatura en nuestro planeta ha aumentado 0,6ºC y el nivel del mar ha subido de 10 a 12 centímetros, las inundaciones, las sequías y un mayor riesgo de incendios suceden cada vez más a menudo. Estos efectos perjudican nuestro ecosistema en general, el fondo marino, la fauna, la flora y también a los seres humanos.
Por lo que es necesario que a la vez que cuidamos nuestra salud y bienestar, cuidemos también el medio ambiente.
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.