Es cierto. Perder peso se complica con el paso de los años. El metabolismo se ralentiza, el cual ejerce un rol primordial a la hora de adelgazar; pero no solo eso, nuestra energía también disminuye, así que los kilos demás y los michelines pueden asomar sino tomamos medidas de acción. Lo bueno es que podemos revertir esa situación y luchar contra lo que nos trae el reloj biológico. Aquí te damos algunas estrategias para acelerar el metabolismo a los 50 años.
A medida que envejecemos, es natural que el metabolismo tienda a disminuir. Pero hay que recordar también que esta velocidad puede variar de persona a persona por diversos factores; uno de ellos es el genético y otro, las enfermedades crónicas (como la tiroides, por ejemplo). Por ello, consultar con un profesional de la salud o un nutricionista puede ser útil para desarrollar un plan personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos específicos a los 50 años.
Sin embargo, pisar el acelerador del metabolismo no es ir en contra de la salud o de lo natural. Por el contrario, contribuirá a que el organismo (ese que ya está en sus cincuentas) pueda mover las agujas del reloj biológico en sentido contrario, y favorecer la salud de la persona.
El metabolismo es el proceso por el que nuestro cuerpo produce y quema energía a partir de los alimentos que consumimos. Esa energía -gestionada según nuestras necesidades y condiciones físicas-, es la que utiliza nuestro organismo para moverse y cumplir las funciones silenciosas cuando estamos en reposo. Para ello, todas las células, tejidos y órganos de nuestro cuerpo están involucrados en este proceso que es constante. De hecho, el metabolismo es fundamental para respirar, hacer la digestión, regular la temperatura corporal, hacer que la sangre circule e, incluso, nos ayuda a pensar y hablar. Asimismo, es un factor clave para controlar el peso.
Y si la edad es un factor importante en el ritmo del metabolismo, el género también lo es. Según los estudios, los hombres tienen un metabolismo entre un tres y un diez por ciento más alto que las mujeres, por lo que ellos consiguen adelgazar más rápido que las mujeres.
Pasado los 50 años, necesitamos menos energía y acumulamos con mayor facilidad ciertas reservas en forma de grasa al realizar menos actividades. Por este motivo, es importante que si necesitamos quemar más energía, hay ciertos métodos que pueden ayudarnos. Síguelos al pie de la letra.
Esto ayudará al metabolismo a utilizar la energía acumulada para su digestión. Es lo que se conoce como el efecto termogénico de los alimentos, que exige un gasto mayor de calorías para absorber y procesar los nutrientes de la comida, así como poder adelgazar. Las proteínas son alimentos saciantes, por lo que su digestión es más lenta y demanda mayor gasto de energía para llevarla a cabo. De ahí la fórmula de las dietas cetogénicas o dietas keto. Por lo tanto, para acelerar el metabolismo no hay nada mejor como introducir pollo, ternera, carnes rojas o pescados en tu alimentación.
Según diversos estudios, el consumo de bebidas estimulantes como el café o el té favorecen la quema de energía ya que suponen un gasto de grasa mayor al de otras bebidas. Un té verde o una taza de café después de comer
Pero ¡ojo! esto no significa que se pueda abusar de este tipo de bebidas, el consumo tiene que ser moderado, teniendo en cuenta que pueden afectar nuestra salud.
Asimismo, al beber agua fría (medio litro en una hora) nuestro cuerpo se verá obligado a recuperar su temperatura habitual, haciendo un gasto de energía y lograr, a su vez, un efecto saciante que nos llena cuando comemos.
El beber suficiente agua, también nos ayuda a mantenernos hidratados, ya que la deshidratación puede ralentizar el metabolismo.
El ayuno en estos casos, no ayuda. Por el contrario, un desayuno saludable y de calidad, puede contribuir a acelerar el metabolismo. Este desayuno tiene que tener lácteos, ya sea en forma de yogur o leche. Si tomas café hazlo sin azúcar. También debes consumir cereales o tostadas integrales. Prueba a comerlas con un poco de aceite de oliva, tomate o hummus. No te olvides de la fruta, preferentemente que sea entera y con piel. No la consumes en forma de zumo porque pierdes toda la fibra y te llevas un extra de azúcares.
La falta de sueño puede afectar negativamente al metabolismo y al control del apetito, porque genera más cortisol que, como dijimos líneas arriba, es la hormona que descontrola la sensación de hambre y saciedad. Intenta mantener una rutina de sueño regular y crea un ambiente propicio para el descanso. Un sueño reparador te ayudará a quemar más calorías ya que el metabolismo tiene que regular la temperatura corporal que baja mientras dormimos y eso conlleva a más gasto energético.
Evita el sedentarismo e intenta mantenerte activa a lo largo del día: camina en lugar de sentarse durante mucho tiempo, sube escaleras y prefiere caminar o trasladarte en bicicleta que en auto. Eso redunda en una vida activa y saludable que hará que tu metabolismo se active.
Como mínimo, deberíamos hacer 150 minutos de ejercicio a la semana, algo imprescindible para aumentar nuestra tasa metabólica basal. Además de ejercicios aeróbicos, como andar a paso ligero o correr, es fundamental introducir ejercicios de tonificación del músculo, ya que estos multiplican la velocidad con la que el cuerpo consume las calorías.
Las investigaciones han demostrado que tendrás mejores posibilidades de perder peso si te fijas metas que, según el acrónimo inglés SMART son:
Te dejamos un video de nuestro canal de YouTube Método Lázaro sobre ¿Quieres conocer los secretos para acelerar tu metabolismo?:
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.