Gran revuelo ha causado un reciente estudio publicado en el British Journal of Pharmacology sobre que el consumo de sal podría aumentar el riesgo de sufrir demencia. Relacionada con enfermedades cardiovasculares y la presión, la sal está catalogada como un alimento peligroso en exceso. En este artículo te lo contamos.
Este estudio ha sido llevado a cabo en ratones. A ellos se les dio agua salada durante tres meses y se les monitoreó la tensión sanguínea, su función emocional y cognitiva, así como la fosforilación de la proteína TAU.
Los resultados demostraron que los ratones aumentaron su tensión sanguínea y el incremento de las proteínas la CaMKI y PSD95, que están íntimamente asociadas con la demencia.
A pesar de lo alarmante del estudio, es preciso señalar que ha sido un estudio pequeño y llevado en animales, por lo cual aún no está considerado de forma clínica. Asimismo, hoy en día sabemos que la hipertensión puede ser combatida con medicamentos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), deberíamos consumir unos 5 gramos de sal al día. Esta cantidad de sal equivale aproximadamente a una cucharadita o 2,300 miligramos de sodio. Ojo: esta recomendación se refiere al uso de sal total, es decir que incluye tanto la sal añadida como la que se encuentra en los alimentos procesados.
Obviamente, si excedes los 5 gramos al día de sal ya estarías consumiendo de más, pero si no llevas este control, hay algunos signos de tu cuerpo que pueden delatar su consumo excesivo:
Para muchas personas, disminuir su consumo de sal es todo un reto. Por ello, te recomendamos que lo hagas de a pocos, pero seas constante y evites aquellos errores que te hacen consumir sal sin que lo imagines. Por ello, te recomendamos:
Lee las etiquetas: existen infinidad de alimentos, aparentemente inofensivos, que tienen una alta cantidad de sodio. Por ello, lee las etiquetas y evita los alimentos procesados y enlatados, que suelen ser altos en sal.
Cocina en casa: esta es la mejor forma de controlar la sal que utilizas e ir disminuyéndola de a pocos. Te recomendamos aumentar el consumo de hierbas y especias en lugar de la sal.
Disminuye el consumo de condimentos salados: como la salsa de soja, de ostión, el mensí o algunas que vienen en las ensaladas, la salsa de tomate y los cubitos de caldo concentrado.
Prueba nuevas alternativas: como el ajo, la cebolla, el limón, el perejil, el orégano, el cilantro, entre otros.
Recuerda que si tienes dudas o algunos problemas para reducir tu consumo de sal, siempre puedes acudir a un profesional de la salud, como un nutricionista, para alimentarte adecuadamente.
Te dejamos un video de Youtube de nuestro canal Método Lázaro:
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.