
Para la mayoría, el horario de nuestras comidas suele ajustarse al de otros compromisos, como el estilo de vida, el horario del trabajo o los planes familiares. También sabemos que llevar una dieta balanceada es vital e importante para lograr nuestros objetivos, por ello, a menudo nos preguntamos si el horario de nuestras comidas es tan importante como dicen. En ese sentido, ¿debería comer antes o después del entrenamiento?
La respuesta corta a esta pregunta es: depende. La larga es que, si bien ambos tienen grandes beneficios, no existe una solución única para todos. Por ello, hay que profundizar en qué casos conviene comer antes o después del entrenamiento. ¡Así sabrás cuál funciona mejor para ti!
A estas alturas, ya sabemos que los alimentos son la gasolina que necesita nuestro cuerpo y que va a determinar, en buena medida, nuestros resultados de entrenamiento. En ese sentido, comer antes de ejercitarnos proporciona al cuerpo la energía que necesita para darlo todo. Y cuando comemos después del entrenamiento, estamos reponiendo la energía y los nutrientes que se gastaron durante la rutina.
Al considerar si debes comer antes o después del entrenamiento, hay que considerar otros factores como los horarios de las comidas, el estilo del entrenamiento, su duración y el tipo de comida que comerás.
Comer comida antes del entrenamiento es genial para aumentar nuestra energía, sin embargo, hay que asegurarnos de darle el tiempo suficiente al cuerpo para digerirla y absorber los nutrientes.
Como regla general, si vas a consumir una comida abundante antes de entrenar, empieza tu rutina luego de 2 o 3 horas. Si la merienda es más pequeña, podrás entrenar luego de una hora.
Por otro lado, según la Clínica Mayo, hay muchos beneficios en consumir una comida con carbohidratos y proteínas luego de un entrenamiento, sobre todo si no se va a consumir una cena abundante luego.
Lo que comas y cuándo lo hagas influirá en tu plan de entrenamiento. Por ejemplo, si estás realizando ejercicios de alta intensidad o una sesión de cardio de 30 a 60 minutos, el cuerpo utilizará principalmente el glucógeno almacenado como combustible.
Para tener suficiente glucógeno almacenado, deberás consumir una pequeña cantidad de carbohidratos simples antes de entrenar, como una fruta o un batido de frutas, avena instantánea o tostadas con plátano.
Si vas a comer horas antes de tu entrenamiento, entonces realiza una pequeña comida que incluya proteína magra y fuentes de carbohidratos complejos como arroz integral, batata o avena.
Por otro lado, si eres un fanático del entrenamiento de fuerza, te contamos que el consumo de proteínas antes de una sesión de fuerza puede estimular aún más la resíntesis de proteínas después del entrenamiento, mejorando de esta manera la velocidad a la que nuestro cuerpo puede reparar nuestros músculos y recuperarse del entrenamiento.
Ojo con las comidas altas en grasas y proteínas, estas tardarán más en digerirse y podrías causarte malestar estomacal o irritación durante el entrenamiento. Este tipo de comidas deberás ingerirlas unas 3 horas antes de entrenar.
Si vas a comer 2 a 3 horas antes de hacer ejercicio:
Si vas a comer una hora antes de entrenar
Comidas y snacks post-entrenamiento
Si estás comiendo una comida inmediatamente después de tu entrenamiento
Otras ideas de comidas post-entrenamiento
Finalmente, intenta encontrar lo que mejor te ayude a comer sano y rico. Siempre consulta con tu nutricionista deportivo cuáles son las mejores opciones de snacks pre y post entrenamiento y qué le podría funcionar mejor a tu cuerpo. Recuerda: comer sano es un estilo de vida y se logra con paciencia.
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Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.