Esta escena es de lo más normal: estás al frente de la TV, sentado o parado, comiendo a toda velocidad, sin darte cuenta si quiera cuánto estás comiendo. Mucha gente lo hace porque está apurada o porque simplemente ya se ha acostumbrado. Y no importa si te cuidas o quieres comer saludable, si comes veloz tu cuerpo puede perjudicarse. En este artículo te contamos cómo la velocidad a la que comes puede decir mucho sobre tu salud.
Cuando comemos se desencadenan diversos procesos gastrointestinales. Así, comer lento o rápido puede tener un impacto sobre en la liberación de algunas hormonas, nos puede hacer sentir más o menos saciados o puede tener injerencia en cómo vas a procesar cada bocado que te llevas a la boca.
Ya sea que comas muy lento o muy rápido, hay distintas repercusiones en tu cuerpo. Aquí te contamos las más comunes:
Te hace acumular grasa abdominal: las personas que comen más rápido suelen tener un nivel más elevado de colesterol LDL (conocido como ‘malo’) y una mayor acumulación de grasa abdominal. Esto porque, al comer de forma veloz, sí o sí consumes más calorías. La ciencia dice que puedes comer hasta 200 calorías más que si comieras la misma comida de forma lenta.
Si se te hace difícil comer lento, aquí te damos unos tips que pueden ayudarte muchísimo:
También llamada conciencia plena. Esta técnica implica enfocarse en cada bocado, el sabor, la textura y la sensación en la boca. Y, obviamente, desconectarse de las distracciones como el teléfono y la TV.
Opta por utilizar utensilios más pequeños, como cucharas y tenedores de postre, en lugar de los tradicionales. Esto te obligará a tomar bocados más pequeños y comer más despacio.
Intenta masticar cada bocado al menos 20-30 veces antes de tragar. Este simple acto no solo facilitará la digestión, sino que también te permitirá apreciar y disfrutar más tus comidas.
No demasiada porque podrías acarrear algunos gases o inflamación. Hacerlo a pequeños sorbos te ayuda a desacelerar el ritmo de la comida.
Esto te ayudará a evitar el hábito de comer apresuradamente debido a la falta de tiempo. Aunque puede ser difícil al principio, hacer de la comida una prioridad en tu horario puede tener un impacto positivo en tu salud a largo plazo.
Así podrás reducir la velocidad de los bocados. Ya sabes, lo mejor es consultar con un nutricionista.
Te dejamos un video de nuestro canal de YouTube Método Lázaro sobre la solución definitiva para que no te canses al entrenar:
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.