El ejercicio es una excelente manera de mantenernos activos y cuidar nuestra salud. Sin embargo, la piel es uno de los órganos que más sufre con el sudor, las posibles infecciones por bacterias (gimnasios) y la exposición al sol (si haces ejercicios al aire libre). Por eso, hemos creado un plan de acción para que puedas disfrutar y sacar provecho de los beneficios del ejercicio para el cutis. Aquí te damos una lista de cuidado de la piel al momento de hacer ejercicios. ¡Toma nota!
Como dijimos anteriormente, el ejercicio es súper bueno. Es más, mejora la circulación lo que deriva en una mejor tonicidad en el rostro y color en la piel, además, abre los poros lo que ayuda a limpiar el cutis de todo tipo de toxinas.
Sin embargo, tenemos la contraparte y es que, al hacer rutinas intensas, hay una mayor producción de sudor y más oleosidad en la superficie de la piel, lo que puede causar sensibilidad e irritación. La exposición al sol también puede producir irritación, resequedad y el tan temido envejecimiento prematuro sino tomamos las medidas de cuidado adecuadas.
Por la limpieza adecuada parte todo. Así realices el ejercicio de día, tarde o noche, es importante antes de iniciar la rutina tener una piel limpia para facilitar su oxigenación. Sin embargo, como la vamos a llevar a una situación extrema, en la que va a sudar y se va a enrojecer, no debemos recurrir a limpiezas demasiado agresivas que la reseque como, por ejemplo: exfoliaciones o geles que barran por completo con la grasa de la piel. En su lugar, es mejor limpiarla con algún bálsamo o una espuma de limpieza suave, así como un limpiador bifásico, un aceite o una leche, para que además de limpiar, la piel quede hidratada.
Al practicar cualquier ejercicio la piel se estresa, enrojeciéndose y segregando sudor porque lo que necesitamos algún agente de barrera para mantener la hidratación. En estos casos, los tónicos y las lociones hidratantes de base acuosa son los más ideales. Las lociones, que son más ligeras que una crema, se impregnan bien a la piel y reducen la pérdida de hidratación transepidérmica.
La protección solar es esencial para prevenir daños causados por la radiación ultravioleta (UV) del sol. Aplica un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, incluso en días nublados. Reaplica cada dos horas y más frecuentemente si sudas o te mojas. Lo ideal es que recurras a un dermatólogo y que te brinde una receta magistral o, en su defecto un protector solar medicado, de acuerdo a tus necesidades.
Viste ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo, preferiblemente con telas que ofrezcan protección solar. Busca prendas transpirables para evitar la acumulación de calor. Además, considera llevar un gorro deportivo para proteger el rostro y el cuello.
Cuando haces deporte, la hidratación es clave para la salud de la piel y el cuerpo en general. Bebe suficiente agua antes, durante y después del ejercicio. La piel bien hidratada es más resistente y menos propensa a sufrir daños.
Después de hacer ejercicio, no basta solo una ducha para limpiar las impurezas de la piel. Es importante limpiar tu piel más a profundidad, aprovechando que los poros están abiertos. Utiliza un limpiador suave para evitar la obstrucción de los poros y mantener la piel fresca y saludable.
Opta por entrenamientos temprano o, pasada la tarde, así evitarás las horas pico de radiación solar. Evita el sol más fuerte del día y reducir la exposición a los rayos UV, que suele ser entre las 10 a.m. y las 4 p.m. intensos.
No olvides proteger los labios con un bálsamo labial con SPF. Usa también gafas de sol con protección UV para prevenir daños en los ojos y el contorno de los ojos.
Después de la exposición solar, aplica un aftersun para calmar la piel y proporcionar alivio a posibles quemaduras leves. Además, hidrata la piel con lociones o cremas que contengan ingredientes como el aloe vera.
Incorpora antioxidantes en tu rutina de cuidado de la piel para combatir el daño causado por los radicales libres. La vitamina C y la vitamina E son antioxidantes efectivos que pueden ayudar a mantener la salud de la piel.
Si practicas deportes acuáticos o sudas mucho, elige productos de cuidado de la piel resistentes al agua y al sudor para garantizar una protección continua.
Una piel bonita es el resultado de una buena alimentación. Asesórate con un nutricionista deportivo para que pueda guiarte sobre lo que puedes consumir para proteger tu piel de un excesivo sudor, por ejemplo o de los embates del medio ambiente, si es que practicas deporte al aire libre.
Te dejamos un video de nuestro canal de YouTube Método Lázaro sobre La Molécula Antienvejecimiento: ¡El Secreto Revelado!:
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.